Pelo y piel se suelen deteriorar en tiempo de vacaciones. La sal del mar, el cloro de las piletas y sobre todo los rayos del sol resecan, dañan y envejecen. Y cuando el bronceado comienza a diluirse estos rastros se hacen aún más evidentes.
¿Cómo repararlos? Los médicos y especialistas aseguran que las soluciones varían de acuerdo a cada edad y tipo de piel, pero que nunca funcionan de manera aislada y que los cuidados se deben aplicar tanto por dentro como por fuera. En otras palabras, abarcan desde la alimentación hasta el uso de algunos productos y tratamientos en gabinete.
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